jueves, 19 de junio de 2025

Rezar con los himnos eucarísticos de Santo Tomás de Aquino


La primera vez que se celebró la fiesta del Corpus Christi fue en la diócesis de Lieja (Bélgica), en 1246.

La festividad litúrgica se instituyó el 11 de agosto de 1264 por el papa Urbano IV, mediante la bula Transiturus de hoc mundo”. Según esta bula, pues Cristo nuestro Salvador instituyó el Jueves Santo, en la última cena, el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre, permaneciendo para siempre entre nosotros en el pan y el vino eucarísticos.

Es preciso que sea venerado con la solemnidad que requierepara que resplandezca en una festividad y solemnidad especiales y para que lo que quizá se descuidó en las demás celebraciones de la misa, en lo que se refiere a solemnidad, se supla con devota diligencia”.

La bula establece también la fecha de la celebración: “Que cada año, pues, sea celebrada una fiesta especial y solemne de tan gran sacramento, además de la conmemoración cotidiana que de él hace la Iglesia, y establecemos un día fijo para ello, el primer jueves después de la octava de Pentecostés”.  

El papa Urbano IV encomendó a Santo Tomás de Aquino preparar los textos para el Oficio divino y la Misa propia del día, que incluye himnos y secuencias. Los himnos más conocidos son: Adoro te devote, Lauda Sion Salvatorem, Pange Lingua, Verbum Supernum Prodiens (más conocido por su quinta estrofa: O salutaris ostia) y Pannis angelicus.

Más tarde, en el Concilio de Vienne de 1311 el papa Clemente V dará las normas para regular el cortejo procesional en el interior de los templos, y será el papa Nicolás V quién realizará, en la fiesta del Corpus Christi del año 1447, la procesión con el Santísimo Sacramento por las calles de Roma

Posteriormente, el Concilio de Trento, en su sesión número XIII (celebrada el 11 de octubre de 1551), aprobó el decreto “Sobre el Santísimo Sacramento de la Eucaristía”. En él, se reconoce la importancia de celebrar y venerar el Santísimo Sacramento del altar durante la fiesta del Corpus Christi.

ADORO TE DEVOTE

Adoro te devote, latens Deitas,

Quæ sub his figuris vere latitas:

Tibi se cor meum totum subiicit,

Quia te contemplans totum deficit.

Visus, tactus, gustus in te fallitur,

Sed auditu solo tuto creditur.

Credo quidquid dixit Dei Filius:

Nihil hoc verbo Veritatis verius.

In cruce latebat sola Deitas,

At hic latet simul et humanitas;

Ambo tamen credens atque confitens,

Peto quod petivit latro pænitens.

Plagas, sicut Thomas, non intueor;

Deum tamen meum te confiteor.

Fac me tibi semper magis credere,

In te spem habere, te diligere.

O memoriale mortis Domini!

Panisvivus,vitampræstans homini!

Præsta meæ menti de te vivere

Et te illi semper dulce sapere.

Pie pellicane, Iesu Domine,

Me immundum munda tuo sanguine.

Cuius una stilla salvum facere

Totum mundum quit ab omni scelere.

Iesu, quem velatum nunc aspicio,

Oro fiat illud quod tam sitio;

Ut te revelata cernens facie,

Visu sim beatus tuæ gloriæ.

Amen

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Vista, tacto y gusto en ti fallan; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta Palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomás pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere y que te ame. ¡Memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, Pelícano bueno, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

LAUDA SION

1 Lauda Sion Salvatórem

Lauda ducem et pastórem

In hymnis et cánticis.

2 Quantum potes,

tantum aude:

Quia major omni laude,

Nec laudáre súfficis.

3 Laudis thema speciális,

Panis vivus et vitális,

Hódie propónitur.

4 Quem in sacræ mensa cœnæ,

Turbæ fratrum duodénæ

Datum non ambígitur.

5 Sit laus plena, sit sonóra,

Sit jucúnda, sit decóra

Mentis jubilátio.

6 Dies enim solémnis ágitur,

In qua mensæ prima recólitur

Hujus institútio.

7 In hac mensa novi Regis,

Novum Pascha novæ legis,

Phase vetus términat.

8 Vetustátem nóvitas,

Umbram fugat véritas,

Noctem lux elíminat.

9 Quod in cœna Christus gessit,

Faciéndum hoc expréssit

In sui memóriam.

10 Docti sacris institútis,

Panem, vinum, in salútis

Consecrámus hóstiam.

11 Dogma datur Christiánis,

Quod in carnem transit panis,

Et vinum in sánguinem.

12 Quod non capis, quod non vides,

Animósa firmat fides,

Præter rerum ordinem.

13 Sub divérsis speciébus,

Signis tantum, et non rebus,

Latent res exímiæ.

14 Caro cibus, sanguis potus:

Manet tamen Christus totus,

Sub utráque spécie.

15 A suménte non concísus,

Non confráctus, non divísus:

Integer accípitur.

16 Sumit unus, sumunt mille:

Quantum isti, tantum ille:

Nec sumptus consúmitur.

17 Sumunt boni, sumunt mali:

Sorte tamen inæquáli,

Vitæ vel intéritus.

18 Mors est malis, vita bonis:

Vide paris sumptiónis

Quam sit dispar éxitus.

19 Fracto demum Sacraménto,

Ne vacílles, sed memento,

Tantum esse sub fragménto,

Quantum toto tégitur.

20 Nulla rei fit scissúra:

Signi tantum fit fractúra:

Qua nec status nec statúra Signáti minúitur.

21 Ecce panis Angelórum,

Factus cibus viatórum:

Vere panis fíliórum,

Non mittendus cánibus.

22 In figúris præsignátur,

Cum Isaac immolátur:

Agnus paschæ deputátur

Datur manna pátribus.

23 Bone pastor, panis vere,

Jesu, nostri miserére:

Tu nos pasce, nos tuére:

Tu nos bona fac vidére

In terra vivéntium.

24 Tu, qui cuncta scis et vales:

Qui nos pascis hic mortales:

Tuos ibi commensáles,

Cohærédes et sodales,

Fac sanctórum cívium.

Amen. Allelúia.

Canta, oh Sion, con voz solemne al que a redimirte viene, a tu Rey, y a tu Pastor, 2. Alaba cuanto se puede, que a toda alabanza excede, toda es poca en su loor. 3. De alabanza sin medida, el pan vivo y que da vida, alto objeto es hoy doquier. 4. Que al colegio de los Doce, nuestra Iglesia reconoce, dado en la cena postrer. 5. Al cantar lleno y sonoro, con transporte, con decoro, acompañe el corazón. 6. Pues la fiesta hoy se repite, que recuerda del convite, la primera institución. 7. Nueva Pascua es la ley nueva, el Rey nuevo al mundo lleva, y a la antigua pone fin. 8. Luz sucede a noche oscura, la verdad a la figura, el nuevo al viejo festín. 9. Lo que practicó en la cena, repetirlo Cristo ordena, en memoria de su amor. 10. Y en holocausto divino consagramos pan y vino, al ejemplo del Señor. 11. Siendo dogma, el fiel no duda que en sangre el vino se muda y la hostia en carne divina. 12. Lo que ni ves ni comprendes con fe valiente defiendes por ser preternatural. 13. Bajo especies diferentes sólo signos y accidentes, gran portento oculto está 14. Sangre, el vino es, del Cordero; carne el pan; mas Cristo entero bajo cada especie está. 15. No en pedazos dividido, ni incompleto, ni partido, sino entero se nos da. 16. Uno o mil su cuerpo tomen, todos entero lo comen, ni comido pierde el ser. 17. Recíbelo el malo, el bueno: Para éste es de vida lleno, para aquél manjar mortal. 18. Vida al bueno, muerte al malo, da este manjar regalado. ¡Oh qué efecto desigual! 19. Dividido el Sacramento, no vaciles un momento, que encerrado en el fragmento como en el total está. 20. En la cosa no hay fractura, la hay tan sólo en la figura, ni en su estado ni estatura detrimento al cuerpo da. 21. ¡Pan del Ángel, pan divino, nutre al hombre peregrino; pan de hijos, don tan fino, no a los perros se ha de echar! 22. Por figuras anunciado, en Isaac es inmolado, maná del cielo bajado, Cordero sobre el altar, 23. ¡Buen pastor, Jesús clemente! tu manjar de gracia fuente, nos proteja y apaciente, y en la alta región viviente, haznos ver tu gloria, ¡oh Dios! 24. Tú, que lo sabes y puedes, y que al mortal lo sostienes; por comensales perennes, al festín de eternos bienes con tus Santos, llámanos. ¡Amén, aleluya!

PANGE LINGUA

Pange, lingua, gloriósi

Córporis mystérium,

Sanguinisque pretiósi,

quem in mundi prétium

fructus ventris generósi

Rex effúdit géntium.

Nobis datus, nobis natus

ex intácta Vírgine,

et in mundo conversátus,

sparso verbi sémine,

sui moras incolátus

miro clausit órdine.

In suprémæ nocte cenæ

recúmbens cum frátribus,

observáta lege plene

cibis in legálibus,

cibum turbæ duodénæ

se dat suis mánibus.

Verbum caro pánem verum

verbo carnem éfficit

fitque sanguis Christi merum,

et, si sensus déficit,

ad firmándum cor sinçérum

sola fides súfficit.

Tantum ergo sacraméntum

venerémur cernui,

et antíquum documéntum

novo cedat rítui;

præstet fides supleméntum

sensuum deféctui.

Genitóri Genitóque

laus et iubilátio,

salus, honor,

virtus quoque

sit et benedictio;

procedénti ab utróque

comparsit laudátio.

Amen

 Que la lengua humana cante este misterio: la preciosa sangre y el precioso cuerpo. Quien nació de Virgen Rey del universo, por salvar al mundo, dio su sangre en precio Se entregó a nosotros, se nos dio naciendo de una casta Virgen; y, acabado el tiempo, tras haber sembrado la palabra al pueblo, coronó su obra con prodigio excelso. Fue en la última cena, ágape fraterno, tras comer la Pascua según mandamiento, con sus propias manos repartió su cuerpo, lo entrego a los Doce para su alimento. La palabra es carne, y hace carne y cuerpo con palabra suya lo que fue pan nuestro. Hace sangre el vino, y, aunque no entendemos, basta fe, si existe corazón sincero. Adorad postrados este Sacramento. Cesa el viejo rito, se establece el nuevo. Dudan los sentidos y el entendimiento: que la fe lo supla con asentimiento. Himnos de alabanza, bendición y obsequio; por igual la gloria y el poder y el reino al eterno Padre con el Hijo eterno y el divino Espíritu que procede de ellos. Amén.

OH SALUTARIS HOSTIA (VERBUM SUPERNUM)

Verbum supernum prodiens

Nec Patris linquens dexteram,

Ad opus suum exiens

Venit ad vitæ vesperam.

In mortem a discipulo

Suis tradendus æmulis,

Prius in vitæ ferculo

Se tradidit discipulis.

Quibus sub bina specie

Carnem dedit et sanguinem;

Ut duplicis substantiæ

Totum cibaret hominem.

Se nascens dedit socium,

Convescens in edulium,

Se moriens in pretium,

Se regnans dat in præmium.

O salutáris Hóstia

Quæ cæli pandis óstium.

Bella premunt hostília;

Da robur fer auxiílium

Uni trinóque Dómino

Sil sempitérna glória:

Qui vitam sine término,

Nobis donet in pátria.

Amen.

El Verbo baja del cielo sin abandonar la diestra del Padre, cumple en la víspera se su pasión el mandato para el que vino. Antes de ser entregado a la muerte por un discípulo, Él mismo se entrega primero a sus discípulos como alimento. A ellos, bajo las dos especies, da su carne y su sangre, y alimenta así el hombre entero con esta doble realidad. Naciendo se hace nuestro compañero, en la última Cena, nuestro alimento, muriendo, nuestro rescate, en los cielos, nuestra recompensa. ¡Hostia de salvación, que abres la puerta del cielo! Defiéndenos del enemigo; Sé nuestra fuerza y auxilio. Que podamos alabarte sin fin, ¡oh Trinidad beatísima! en la vida sin término que nos das en la patria.

PANIS ANGÉLICUS

Panis angelicus fit panis hominum;

Dat panis cœlicus figuris terminum:

O res mirabilis!

Manducat Dominum pauper, servus, et humilis.

Te trina Deitas unaque poscimus:

sic nos tu visita, sicut te colimus;

Per tuas semitas duc nos quo tendimus,

Ad lucem quam inhabitas.

Amen.

Se hace pan para el hombre el pan angelical; termina con las figuras el pan celestial: ¡Oh, admirable misterio! El pobre, el siervo y el humilde comen a su Señor. Te rogamos, Dios uno y trino, que así como adoramos tu presencia, guíes por tus sendas nuestro anhelo hacia la luz en la que habitas. Amén.

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