En medio de esta serie de lo que
iban a ser cuatro posts mostrando la nueva dinámica protestantizada de celebrar
todo tipo de encuentros en la Iglesia, ya sea de movimientos o diocesanos, y cuando
ya sólo falta el de la Renovación Carismática Católica - que aún me tiene en
shock -, ayer vi una publicación en X del P. Jorge Guadalix de la que creo que
tenemos que mencionar brevemente sí o sí: esta
cosa que han organizado las diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares
llamada Walk on Wonder.
Según la página web de la Delegación
de Juventud de la Archidiócesis de Madrid, se anuncia como un evento jubilar
único para jóvenes y adolescentes. El lenguaje y la estética se ha vuelto
hakunos, mundanos y protestantizados: ¿WOW?
“Así es como queremos que te quedes con lo que se viene. WOW!
El próximo sábado 27 de septiembre celebraremos el jubileo de adolescentes y jóvenes, y va a ser una locura. Sobre todo porque es el mayor crossover que ha vivido nuestra región: nos hemos juntado las diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares para unirnos todos en la esperanza.
Por eso WOW, walk on wonder, caminar juntos en el asombro que nos da saber que somos uno en el Uno, y eso es más que motivo de sobra para celebrarlo.
¿Te lo vas a perder?”
Horario
10:00 - Jubileo de adolescentes
De 12 a 15 años. Mañana entera dedicada a los adolescentes (espectáculos, gymkhana, charlas…)
13:30 - Eucaristía jubilar
Momento de nexo entre los dos jubileos: celebraremos la misa juntos los jóvenes y adolescentes, acompañados por nuestros obispos.
16:00- Jubileo de jóvenes
Desde los 16 años. Tarde pensada para los jóvenes (ponencias, talleres, música y fiesta)
¡No te lo pierdas!
Dentro de poco sacaremos todo el horario al detalle junto con los nombres de las personas que vendrán a hacer del WOW una experiencia única.
Pase lo que pase, resérvate con tus amigos el 27 de septiembre, porque va a ser una locura.
Se viene PLA-NA-ZO.
“Así es como queremos que te quedes con lo que se viene. WOW!
El próximo sábado 27 de septiembre celebraremos el jubileo de adolescentes y jóvenes, y va a ser una locura. Sobre todo porque es el mayor crossover que ha vivido nuestra región: nos hemos juntado las diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares para unirnos todos en la esperanza.
Por eso WOW, walk on wonder, caminar juntos en el asombro que nos da saber que somos uno en el Uno, y eso es más que motivo de sobra para celebrarlo.
¿Te lo vas a perder?”
Horario
10:00 - Jubileo de adolescentes
De 12 a 15 años. Mañana entera dedicada a los adolescentes (espectáculos, gymkhana, charlas…)
13:30 - Eucaristía jubilar
Momento de nexo entre los dos jubileos: celebraremos la misa juntos los jóvenes y adolescentes, acompañados por nuestros obispos.
16:00- Jubileo de jóvenes
Desde los 16 años. Tarde pensada para los jóvenes (ponencias, talleres, música y fiesta)
¡No te lo pierdas!
Dentro de poco sacaremos todo el horario al detalle junto con los nombres de las personas que vendrán a hacer del WOW una experiencia única.
Pase lo que pase, resérvate con tus amigos el 27 de septiembre, porque va a ser una locura.
Se viene PLA-NA-ZO.
Una vez visto el lenguaje totalmente mundano del evento, en que se ha “colado” como sin querer la Eucaristía (o manera progre de llamar a la Misa), fijémonos en la estética playera o piscinera del cartel, sin ninguna imagen religiosa. Tanto el lenguaje como la imagen son absolutamente ajenos a la manera de hacer eclesial y, lo más grave, minimiza u oculta toda referencia religiosa, sea verbal o en imagen. Además, veamos el anuncio de la dinámica, escrito en el centro del cartel en este orden: espectáculos / música en vivo/ Eucaristía / DJ set / testimonios / foodtrucks / y mucho más.
Parece que el infame congreso de vocaciones organizado hace unos meses por la Conferencia Episcopal Española marcó el tono para lo que se viene, además de beber él mismo de realidades Hakunas y del Regnum Christi, entre las cuales, y eso es lo que intentamos comunicar en estas publicaciones, hay bien poca diferencia. Creo que si Reig Pla siguiera siendo obispo de Alcalá de Henares, esa diócesis no hubiera participado en este montaje…
Detengámonos en comentar las imágenes y finalizaremos con el nombre del evento.
¿Se fijan en lo que transmiten las fotos? Muchas chicas (feminismo en la Iglesia), una de ellas relajadamente tomando una cerveza (¿a quién se le ha podido ocurrir que es adecuada como imagen de un evento jubilar diocesano?) y rostros de todos los colores (no sabemos si todos católicos, puesto que han sacado las fotos de internet, obviamente; lo que esto quiere transmitir es que es el fin racial de Europa, invadida por todos lados, y a la Iglesia le parece bien). Y, ¡ups!, se les coló Cristo Sacramentado. Entre todo lo demás, como algo más, al mismo nivel.
Y por último, vayamos con el nombre del evento. En primer lugar, el idioma: está repleto no ya de anglicismos, sino directamente de palabras en inglés. Me parece que tienen la mala suerte de no haberse enterado de que el Papa León está recuperando el latín, y eso les va a pillar con el pie cambiado; porque el “walk on wonder”, “DJ set”, “foodtrucks” no suenan nada católicos ni en la forma anglófona ni en el contenido, claro está. ¿Cuántas conversiones puede provocar esto?
¿Por qué el estilo, que ya parece el nuevo estilo oficial de los actos eclesiásticos en España, incluidos aquellos en que están presentes obispos?
Pero lo que no puedo dejar de comentar amargamente es la mezcla de pena y horror que me produce el parecido que tiene el nombre con el “Nascantur in admiratione” del programa de Humanidades Integrales Pearson de John Senior y dos colegas más en la universidad de Kansas en los años 70. “Que nazcan en el asombro”, mientras que la web de la diócesis de Juventud de Madrid habla de “caminar en el asombro”. Pero, a pesar del parecido en los nombres, los programas y objetivos no tienen nada en común.
El Programa Pearson de Humanidades Integradas fue desarrollado en la década de los 1970 por tres profesores de la Universidad de Kansas -Frank Nelick, Dennis Quinn y John Senior; un programa de estudios que cambió la vida de muchos jóvenes en sus primeros años universitarios y provocó una ola de conversiones a la fe católica. “El Programa Pearson de Humanidades Integradas (IHP) – dice este artículo publicado en InfoVaticana en 2019, en apariencia, no se diferenciaba de otros basados en la lectura y discusión de los grandes libros. Y, sin embargo, hasta 200 alumnos del Pearson solicitarían, al finalizarlo, su incorporación a la Iglesia de Roma, llegando algunos a tomar los hábitos. ¿Qué sucedía en las clases de Quinn, Nelick y Senior que no sucedía, sin embargo, en otras universidades, algunas nominalmente católicas? Quizás que en estas se había renunciado al hallazgo de la verdad, conformándose con su búsqueda, mientras que la enseñanza número uno del Programa Pearson era que la verdad existía y era posible encontrarla. Senior y sus colegas se percataron de que, en el contexto inmediatamente posterior a la revolución sexual de 1968, difícilmente un joven podría leer los grandes clásicos si de niño no había hecho lo propio con títulos como ‘El viento en los sauces’, ‘Oliver Twist’ o ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Cuál sería su sorpresa, la de Senior, cuando descubrió que tampoco los habían leído. Y peor todavía: que, ni siquiera tratándose de universitarios, eran capaces de entenderlos. Pero qué quería, si hacía años que la televisión se había enseñoreado de los hogares y en las escuelas a los niños les enseñaban seguridad vial y cómo prevenir enfermedades venéreas. Tocaba, por tanto, y valga la redundancia, comenzar por el comienzo. Si la experiencia del hombre no se explica desenraizándola de los elementos -agua, tierra, aire y fuego-, continúa el texto de InfoVaticana, muchos de esos pobres niños ricos de suburbios jamás habían vadeado un río, ni construido un castillo en la arena, ni volado una cometa ni encendido una fogata. Por eso, uno de los primeros puntos del Programa Pearson consistía en tumbarse al raso por la noche a contemplar las estrellas. Se trataba de experimentar, quizás por primera vez, la cosa esa del asombro, a lo que también ayudaba aprender a bailar el valls (o la polka), ejercitarse en la caligrafía o memorizar largos poemas. Y luego ya, si eso, la lectura y discusión de los grandes libros.
Queda por explicar la conversión al catolicismo de tantísimos estudiantes del Programa Pearson. Quinn, Nelick y Senior eran católicos y, como tales, entendían la universidad como un lugar donde los jóvenes debían acercarse a Aquel del que habían sido alejados; un lugar donde aprender a tomar de lo bueno, lo bello y lo verdadero, como durante siglos hicieron los caballeros en Occidente.
Cuando la Universidad de Kansas reaccionó y canceló el programa, era demasiado tarde. Se había producido una masiva oleada de conversiones a la fe, de matrimonios católicos y de entradas a la vida religiosa… TRADICIONAL: algunos alumnos del programa, por recomendación de Senior, profesaron en la abadía francesa de Fontgombault, donde todavía hoy se cuida con mimo el rito católico y el depósito de la fe, como si fuesen tesoros de esos que se desintegran en los dedos si no se les trata con el debido cuidado. Años después, un grupo de esos monjes volvieron a Estados Unidos y fundaron la abadía tradicional de Nuestra Señora de la Anunciación de Clear Creek, alrededor de la cual se ha establecido una comunidad de familias católicas que asisten a Misa tradicional.
¿Puede el Walk on Wonder, con ese programa de espectáculos, foodtrucks, DJ set e influencers provocar alguna conversión? Si usted es padre de un adolescente en esas diócesis, ¿recomendaría a su hijo asistir? ¿Cree que en medio de ese ruido mundano puede despertarse su admiración hacia el misterio de Dios y su antagonismo del mundo, en el sentido que “mundo” tiene en el Evangelio de Juan? Me comentaron ya hace años, cuando este tipo de encuentros no se había generalizado, que en los baños de estos festivales podía verse de todo; desde jóvenes absolutamente pasados de alcohol hasta otros manteniendo relaciones sexuales. Con el mundo metido en la Iglesia de esta manera, con la Iglesia ofreciendo lo mismo que ofrece el mundo, ¿qué puede esperarse?
Por eso me parece tan espeluznante el tufillo diabólico que desprende. Me explico: el diablo es más inteligente que nosotros. Por eso parece una mofa esta casi réplica del nombre del programa de Humanidades de Senior y sus colegas, para presentar, en realidad, una antítesis de él.
Para terminar, traigo a colación lo que una persona me comentaba en Instagram al hilo de estas publicaciones sobre el estilo protestantizado de la Iglesia: “tiene usted un rol (denunciante) para todo lo que ocurre en la Iglesia. Y entiendo que sea fruto de Santa Ira, y no de la desesperanza, espero. Sólo cuide primar la caridad en su corazón”.
Agradezco el comentario, porque la tentación de la desesperanza está siempre presente. Pero no se trata de eso, porque Cristo ha vencido al mundo, y en la certeza de esa esperanza, como dijo Benedicto XVI en Spe Salvi, estamos salvados. Sí me da pena y me indigna que la Iglesia extravíe y confunda a tantas almas jóvenes que van a ella porque es el instrumento que Nuestro Señor fundó para llevarnos a Él y les den gato por liebre. Y por eso creo que hay que denunciarlo, para prevenir y alertar a las personas de buena voluntad que vayan a fiarse de los lobos con piel de oveja que organizan este aquelarre.
Dios habla en el silencio. Dios es Misterio. Y, a pesar de que Él tiene sus maneras de tocar el corazón de cada persona, un evento ruidoso, con música, bebida y comida basura no parece la mejor manera por parte de la jerarquía eclesial de fomentar un ambiente de encuentro con lo bueno, lo bello y lo verdadero.
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